Tenía unos retales de cuero de suela, bastante grueso y duro, era
suficiente como para hacer una pala pequeña. Lo primero es hacer una
plantilla, marcar la piel y cortar. Para cortar un cuero tan grueso
recomiendo dar un primer corte con una cuchilla bien afilada para marcar
el borde y después usar una herramienta más “seria” como podría ser
unas tijeras de aviación, sierra o incluso una caladora. Ahora hay que
hacerle un mango decente para lo cual le recorté otro par de trozos de
cuero con la misma forma y los pegué uno por cada lado. Hasta aquí ya
tenía una pala sencilla pero decente y apta para jugar, el problema es
que me gusta complicarme innecesariamente. Así que me puse a lijar los
cantos y esquinas hasta dejarlos redondeados, hice un rebaje por todo el
borde para hacer una costura sin que el hilo sobresaliera y perforé los
agujeros. Hasta ahora la pala iba quedando así:
¿Y
si cojo un retal de charol para uno de los lados? Así tengo dos
sensaciones distintas en la misma pala, cuero y goma. Además como va a
ir cosido no hay riesgo de que se despegue con el uso.
Para terminar solo quedaba teñir y coser.



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